sábado, 7 de noviembre de 2015

Las frases qué mas me gustaron de: La selección - Kiera Cass.

La selección fué una de las primeras trilogías que conseguí acabar y que la verdad, fueron de mi agrado, aunque debo decir que me esperaba mucho más de Kiera, me gustó muchísimo, y es una historia que poco a poco te envuelve y te hace no querer salir del mundo de Illéa. 


Aquí os dejo todas las frases que me gustaron de la primera parte de "La Selección":

  • Aquella era mi gran ambición. No ser la princesa de Illéa, sino la de Aspen. 
  • Quizá fuera demasiado optimista, o tal vez estuviera demasiado enamorada, pero realmente creía  que Aspen y yo podríamos lograr cualquier cosa que deseáramos con fuerza. 
  • —Te quiero, America Singer. Y te querré toda la vida. —Dijo aquello con una profunda emoción en  la voz, y me pilló desprevenida. 
     —Te quiero, Aspen. Siempre serás mi príncipe.
  • —¡Idiota! —le espeté, entre gritando y susurrando—. ¡Lo odio! ¡Yo te quería a ti! ¡Quería estar  contigo! ¡Todo lo que he deseado en mi vida eres tú! 
  • Habíamos acabado, y lo sabía. Pero no puedes amar a una persona casi dos años y luego olvidarlo  de la noche a la mañana. 
  • "Quiero que disfruten de su última noche en palacio como una chica más. Mañana, pase lo que pase, cambiará para siempre."
  • ―¿Y tu por que luchas? ―En realidad, estoy aquí por error. ―¿Por error? ―Sí. Algo así. Bueno, es una larga historia. Y ahora... Estoy aquí. Y no voy a luchar. Mi plan es disfrutar de la comida hasta que me des la patada.
  • —Dices que estás aquí por error, así que supongo que no quieres estar aquí. ¿Hay alguna posibilidad  de que llegues a… sentir algo por mí? 
  • "Espero que encuentres a alguien que te haga sentir que no puedes vivir sin ella. De verdad. Y espero que nunca experimentes lo que puede ser vivir sin esa persona, todo el esfuerzo que conlleva."
  • No conseguía imaginar qué podrían haber hecho en apenas cinco minutos que desagradara tanto a  Maxon, pero de pronto me alegré de haber decidido ser sincera. 
     Así, de repente, solo quedábamos veintisiete. 
  • Aquel era el hombre que iba a gobernar nuestro país: un tipo que se venía abajo ante las lágrimas.  Divertidísimo. 
  • —Maxon Schreave es la personificación de todo lo bueno. Será un rey fenomenal. Deja que unas  chicas que deberían ir todo el día con vestidos se pongan vaqueros y no se enfada cuando alguien  que no conoce le cuelga etiquetas evidentemente erróneas. —Miré a Gavril, que sonrió. Y tras él,  Maxon parecía intrigado—. La que se case con él será una chica afortunada. Y sea lo que sea lo que  me depare el futuro, será para mí un honor ser súbdita suya.
  • —Si no quieres que me enamore de ti, vas a tener que dejar de ser tan encantadora. Mañana a primera hora haré que tus doncellas te cosan vestidos con sacos de patatas"
  • —Eres tan guapa que corres peligro. Cuando te vayas tendremos que enviar guardaespaldas para que te sigan.
  • —(...)Yo solo… Solo quiero saber si es posible. 
     —Sí, Maxon —susurré—. Es posible. 
  • —Dijiste que no lo querías…, pero debe de gustarte un poco para que estés dispuesta a quedarte,  ¿no? 
     —La verdad es que sí —asentí—. Es mejor de lo que me esperaba. 
     —Supongo que eso significa que tendré que luchar más duro de lo que pensaba —dijo, dirigiéndose a  la puerta.
  • —¿Cómo es tu familia? —¿Qué quieres decir? —Pues eso. Que tu familia debe ser muy diferente a la mía. —Yo diría que sí. —Me reí—. Para empezar, nadie se pone una tiara para desayunar. —Maxón sonrió—. —En casa de los Singer se usa más a la hora de la cena ¿no? —Por supuesto.


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